El invierno transforma las montañas, los bosques y los lagos en paisajes de cuento de hadas. Así, los prismáticos son un accesorio indispensable para los excursionistas, esquiadores o cualquier otro amante de la naturaleza durante esta estación. ¿Cómo elegir prismáticos adecuados para el invierno? Aquí están nuestros consejos detallados.

¿Por qué utilizar prismáticos en invierno?
Luz baja, contraste reducido y condiciones meteorológicas cambiantes... Un buen par de prismáticos es indispensable para admirar los detalles de los paisajes nevados y la fauna invernal.
También permiten mejorar su seguridad en la montaña, ayudándole a localizar los senderos o los riesgos de avalanchas.
Sin olvidar que los prismáticos le permiten disfrutar de la naturaleza sin perturbar a los animales al acercarse demasiado.
Elegir sus prismáticos de invierno, los criterios

Aumento y diámetro de los objetivos
El aumento (ej. 10x) y el diámetro de los objetivos (ej. 50 mm) son las dos cifras clave para elegir correctamente sus prismáticos para el invierno:
- Un aumento de 8x a 10x ofrece el compromiso ideal entre estabilidad y detalle. Sin embargo, un aumento demasiado elevado amplifica las vibraciones, especialmente con guantes.
- Un diámetro de 42 mm a 50 mm es recomendable en invierno. De hecho, cuanto mayor es el diámetro, más luz captan los prismáticos, lo cual es esencial para los días cortos y las condiciones de baja luminosidad.
Tratamiento de las lentes y luminosidad
En invierno, privilegie los prismáticos con recubrimientos multicapa (FMC) que reducen los reflejos y mejoran la transmisión de la luz (lo cual es crucial para observar los paisajes nevados). Los prismas BaK-4 también son preferibles, ya que ofrecen una imagen nítida y contrastada, incluso en condiciones de poca luz.
Resistencia a la intemperie
El invierno impone condiciones extremas, que condicionan su elección de prismáticos. Opte por:
- Una impermeabilidad (IPX7) que protege sus prismáticos contra la nieve, la lluvia y la humedad.
- Un relleno de nitrógeno que evita el empañamiento interno muy frecuente con las variaciones de temperatura.
- Y un cuerpo robusto de magnesio o de caucho antideslizante, para resistir los golpes y las caídas.
Peso y ergonomía
Para las caminatas o salidas con raquetas, privilegie prismáticos con un peso inferior a 800 g para evitar la fatiga durante usos prolongados. Opte también por un recubrimiento antideslizante que facilite el agarre, incluso con guantes.
Campo de visión y enfoque
Tenga en cuenta que un campo amplio (100 m a 1 000 m) permite seguir los movimientos (animales, esquiadores) sin perder de vista el paisaje.
Un enfoque rápido también es esencial para un uso con gafas de esquí o guantes.
Accesorios útiles
Finalmente, equipe sus prismáticos con algunos accesorios imprescindibles:
- una correa para evitar caídas;
- un estuche protector para proteger los prismáticos durante sus desplazamientos;
- un adaptador para trípode, muy útil para una observación prolongada sin fatiga.
Uso de prismáticos en invierno, nuestros consejos de utilización

Utilizar prismáticos en invierno requiere una atención especial para preservar su rendimiento y durabilidad, y garantizarle una observación cómoda y segura.
Preparación antes de la salida
Antes de salir, consulte las previsiones meteorológicas para evitar tormentas de nieve o condiciones extremas que puedan dañar sus prismáticos o dificultar su uso.
Asegúrese también de que el enfoque y el ajuste dióptrico (si corresponde) sean fáciles de manipular, incluso con guantes. Si es necesario, ajuste las ruedas para que sean accesibles sin quitárselos.
Protección contra el frío y la humedad
Para evitar los choques térmicos, nunca deje sus prismáticos en un lugar frío (como un coche) antes de exponerlos bruscamente a una fuente de calor (como un interior calefaccionado). De hecho, esto puede provocar vaho en el interior de las lentes. Para evitar este fenómeno, coloque sus prismáticos en un estuche aislante o déjelos aclimatarse progresivamente a la temperatura ambiente.
Asimismo, limpie sus prismáticos regularmente con un paño de microfibra para evitar la acumulación de humedad o nieve en las lentes.
Limpieza y mantenimiento
Limpie las lentes con precaución utilizando un paño de microfibra limpio y seco. Si quedan restos persistentes (nieve derretida, barro...), use un pincel suave para eliminar las partículas antes de limpiar.
Evite soplar sobre las lentes, ya que esto puede generar vaho. Prefiera un pincel o una pera de aire para eliminar el polvo.
Después de su uso, guárdelos en su estuche para protegerlos de golpes e inclemencias. Y si los transporta en una mochila, colóquelos en un bolsillo dedicado, a salvo de objetos puntiagudos.
Por último, a su regreso, seque sus prismáticos (siempre con un paño seco) y déjelos secar al aire libre en un lugar templado antes de guardarlos. Luego, almacénelos en un lugar seco y revise regularmente su estado.
Optimización de la observación
En invierno, los temblores pueden verse amplificados por el frío o el cansancio. Para una observación estable, apoye los codos contra su cuerpo o utilice un trípode ligero.
Consejo: los paisajes nevados suelen ser más espectaculares temprano por la mañana, o al final de la tarde, cuando la luz es suave y rasante.
Precauciones específicas para el invierno
Los guantes gruesos pueden dificultar la manipulación de las ruedas de enfoque de sus prismáticos. Por ello, opte por guantes táctiles o prevea mitones fáciles de quitar.
Vigile la batería de tus binoculares electrónicos, ya que el frío reduce su autonomía. Si tus binoculares están equipados con funciones electrónicas (como un telémetro o un estabilizador), guarda baterías de repuesto en un bolsillo cercano a tu cuerpo para mantenerlas calientes.
Por último, ten cuidado con los reflejos en la nieve que pueden dañar tus ojos o los recubrimientos de las lentes. Utiliza una visera o un parasol si es necesario.
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